Sobre mujeres en el multilateralismo: “Se quiere visibilizar lo que hacemos en temas de paz, seguridad y derechos humanos. Hemos estado ahí todo el tiempo, pero no era visible”
En el marco del Día Internacional de las Mujeres en el Multilateralismo, la embajadora en Kenia destaca el rol de las diplomáticas y su incidencia en materias relativas a las poblaciones vulnerables.
Un grupo de mujeres de todo el mundo tuvo una participación crucial en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ahí, una a una, fueron logrando instalar conceptos de igualdad y libertad para todos los seres humanos. Entre ellas cuentan la dominicana Minerva Bernardino, la paquistaní Begum Shaista Ikramullah, la danesa Bodil Begtrup, la francesa Marie-Hélène Lefaucheux, la bielorrusa Evdokia Uralova, la estadounidense Eleanor Roosevelt y las indias Hansa Mehta y Lakshmi Menon.
“Es lo que hemos hecho siempre; hemos estado ahí todo el tiempo, desde el principio”, involucradas temas de paz, seguridad y derechos humanos, dice la embajadora María Alejandra Guerra sobre la contribución de las mujeres diplomáticas en el sistema multilateral. “Pero esto, de alguna manera, no era visible”, agrega, cuando se acerca el 25 de enero, fecha en que por tercer año se conmemorará el Día Internacional de las Mujeres en el Multilateralismo.
La diplomática ha sido representante permanente adjunta de Chile ante los Organismos de Naciones Unidas en Roma (FAO, PMA y FIDA) y actualmente está acreditada ante el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y ante ONU Habitat, para el desarrollo de ciudades sostenibles.
“Es lo que hemos hecho siempre; hemos estado ahí todo el tiempo, desde el principio”, involucradas temas de paz, seguridad y derechos humanos, dice la embajadora María Alejandra Guerra sobre la contribución de las mujeres diplomáticas en el sistema multilateral. “Pero esto, de alguna manera, no era visible”, agrega, cuando se acerca el 25 de enero, fecha en que por tercer año se conmemorará el Día Internacional de las Mujeres en el Multilateralismo.
La diplomática ha sido representante permanente adjunta de Chile ante los Organismos de Naciones Unidas en Roma (FAO, PMA y FIDA) y actualmente está acreditada ante el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y ante ONU Habitat, para el desarrollo de ciudades sostenibles.
Desde su trayectoria en organismos multilaterales, la embajadora comenta sobre la importancia de esta efeméride, que aboga por una mayor representación de las mujeres en puestos de toma de decisión que disponen agendas para asegurar que el multilateralismo funcione para las mujeres y niñas.
—Se acerca el Día Internacional de las Mujeres en el Multilateralismo, una efeméride que busca reconocer el rol de las mujeres en la promoción de los derechos humanos, la paz y el desarrollo sostenible dentro del sistema multilateral. ¿En qué consiste el rol de las mujeres en el multilateralismo?
“Yo creo que se está buscando diferenciar el rol de la mujer porque se quiere visibilizar lo que las mujeres hacemos en temas de paz, seguridad y derechos humanos. Porque lo hemos hecho siempre; hemos estado ahí todo el tiempo, desde el principio, pero esto, de alguna manera, no era visible.
De hecho, es fundamental, porque en el tema de derechos humanos, la mujer, como es el pilar del hogar, es la que se ve más afectada en sus derechos básicos cuando hay una situación de inseguridad o de guerra, y generalmente pasa muy desapercibida.
Yo fui subdirectora de Derechos Humanos, por lo cual también me tocó verlo desde este punto de vista y buscar, a través de los convenios internacionales y del multilateralismo, que este rol de la mujer y de las niñas adolescentes pueda ser más visible, y se tenga conciencia de que son las grandes víctimas cuando estamos en una situación de conflicto”.
—¿De qué manera contribuyen las mujeres en el multilateralismo?
“En este momento estoy acreditada ante dos organismos de Naciones Unidas, programas sumamente importantes, y los dos son liderados por mujeres: uno es el Programa para el Medio Ambiente (PNUMA), que lo lidera Inger Andersen, y el otro es UN Habitat, sobre ciudades sostenibles, que hasta la fecha lo lidera Maimunah Mohd Sharif, quien está dejando el cargo. Al ser liderados por mujeres se les ha dado un enfoque diferente.
Es muy fuerte el núcleo de mujeres embajadoras acá, en Kenia. Cerca de la mitad de los embajadores son mujeres; africanas, de Medio Oriente, europeas, asiáticas, latinoamericanas. Y en esto tenemos una complicidad especial con las directoras generales, de sacar ciertos temas que para nosotras son relevantes. Por lo cual, en cada resolución que se presenta o que se entra a negociar, está vinculado el tema de la mujer y el tema de derechos humanos, y también las poblaciones vulnerables, de grupos indígenas, mujeres en situaciones de conflicto, gente con discapacidades, mujeres y niñas”.
—Se acerca el Día Internacional de las Mujeres en el Multilateralismo, una efeméride que busca reconocer el rol de las mujeres en la promoción de los derechos humanos, la paz y el desarrollo sostenible dentro del sistema multilateral. ¿En qué consiste el rol de las mujeres en el multilateralismo?
“Yo creo que se está buscando diferenciar el rol de la mujer porque se quiere visibilizar lo que las mujeres hacemos en temas de paz, seguridad y derechos humanos. Porque lo hemos hecho siempre; hemos estado ahí todo el tiempo, desde el principio, pero esto, de alguna manera, no era visible.
De hecho, es fundamental, porque en el tema de derechos humanos, la mujer, como es el pilar del hogar, es la que se ve más afectada en sus derechos básicos cuando hay una situación de inseguridad o de guerra, y generalmente pasa muy desapercibida.
Yo fui subdirectora de Derechos Humanos, por lo cual también me tocó verlo desde este punto de vista y buscar, a través de los convenios internacionales y del multilateralismo, que este rol de la mujer y de las niñas adolescentes pueda ser más visible, y se tenga conciencia de que son las grandes víctimas cuando estamos en una situación de conflicto”.
—¿De qué manera contribuyen las mujeres en el multilateralismo?
“En este momento estoy acreditada ante dos organismos de Naciones Unidas, programas sumamente importantes, y los dos son liderados por mujeres: uno es el Programa para el Medio Ambiente (PNUMA), que lo lidera Inger Andersen, y el otro es UN Habitat, sobre ciudades sostenibles, que hasta la fecha lo lidera Maimunah Mohd Sharif, quien está dejando el cargo. Al ser liderados por mujeres se les ha dado un enfoque diferente.
Es muy fuerte el núcleo de mujeres embajadoras acá, en Kenia. Cerca de la mitad de los embajadores son mujeres; africanas, de Medio Oriente, europeas, asiáticas, latinoamericanas. Y en esto tenemos una complicidad especial con las directoras generales, de sacar ciertos temas que para nosotras son relevantes. Por lo cual, en cada resolución que se presenta o que se entra a negociar, está vinculado el tema de la mujer y el tema de derechos humanos, y también las poblaciones vulnerables, de grupos indígenas, mujeres en situaciones de conflicto, gente con discapacidades, mujeres y niñas”.
—¿Qué mujeres considera que han jugado un rol fundamental dentro del multilateralismo?
“A nivel nacional hemos tenido grandes embajadoras, que están muy vinculadas con este tema y que, de alguna manera, están generando instancias fuertes, partiendo por la embajadora Paula Narváez en Nueva York, quien está haciendo una excelente labor, incluso dirigiendo el Ecosoc, donde está haciendo un trabajo excepcional.
Y a nivel internacional, puedo hablar de directoras generales, ejecutivas de programas de Naciones Unidas, que son tremendamente relevantes y que, consecuentemente, juegan un rol en fijar la agenda que habla de estos temas, incorporando materias relevantes para las mujeres”.
—¿Cómo ha visto que las mujeres, a nivel global, han ido asumiendo espacios de poder en el multilateralismo?
“Yo veo que depende de las políticas internas de los países. Muchos países tienen embajadoras, diplomáticas mujeres y las están nombrando en cargos multilaterales. Aquí, en Kenia, hay un cuerpo diplomático donde por lo menos un 40% de los jefes de misión son embajadoras y eso es un esfuerzo no sólo de países como el nuestro, que promueve el feminismo, sino de muchos otros países, incluso árabes, que están permitiendo que dentro de los estamentos del Servicio Exterior haya mujeres y obtengan puestos de liderazgo.
Países donde el feminismo está muy rezagado sí reconocen el rol de la mujer y han permitido que las mujeres hagan una carrera diplomática, asciendan a los grados más altos y representen los intereses de sus países en órganos multilaterales; es algo que también vi en la FAO.
Uno ve que hoy en día es mucho más equitativa la cantidad de mujeres que hay en relación con la cantidad de hombres, algo que antes era muy inusual, en parte, porque las mujeres no entraban a este mundo.
Cuando entré al ministerio, hace cerca de 40 años, éramos muy pocas las mujeres que postulábamos, porque la mentalidad era que la mujer tenía otros roles. Hoy es 50/50 y hablo con embajadoras de diferentes países y todas ven el mismo fenómeno. Cada día hay más mujeres interesadas, más mujeres que entran a la carrera diplomática y, evidentemente, logran puestos altos”.
—¿Cuáles son los desafíos en la materia?
“Todavía hay estamentos en los cuales impera una situación en que la mujer no ha llegado a una plenitud de igualdad ante el hombre. Hablo de algunos países africanos y de algunos países árabes. El desafío es que esos países, al ver el ejemplo de otros que sí lo están logrando y sus resultados, vayan poco a poco abriendo su puerta y permitiendo que sus mujeres puedan ser líderes y tomen papeles relevantes en la sociedad a la cual pertenecen”.
“A nivel nacional hemos tenido grandes embajadoras, que están muy vinculadas con este tema y que, de alguna manera, están generando instancias fuertes, partiendo por la embajadora Paula Narváez en Nueva York, quien está haciendo una excelente labor, incluso dirigiendo el Ecosoc, donde está haciendo un trabajo excepcional.
Y a nivel internacional, puedo hablar de directoras generales, ejecutivas de programas de Naciones Unidas, que son tremendamente relevantes y que, consecuentemente, juegan un rol en fijar la agenda que habla de estos temas, incorporando materias relevantes para las mujeres”.
—¿Cómo ha visto que las mujeres, a nivel global, han ido asumiendo espacios de poder en el multilateralismo?
“Yo veo que depende de las políticas internas de los países. Muchos países tienen embajadoras, diplomáticas mujeres y las están nombrando en cargos multilaterales. Aquí, en Kenia, hay un cuerpo diplomático donde por lo menos un 40% de los jefes de misión son embajadoras y eso es un esfuerzo no sólo de países como el nuestro, que promueve el feminismo, sino de muchos otros países, incluso árabes, que están permitiendo que dentro de los estamentos del Servicio Exterior haya mujeres y obtengan puestos de liderazgo.
Países donde el feminismo está muy rezagado sí reconocen el rol de la mujer y han permitido que las mujeres hagan una carrera diplomática, asciendan a los grados más altos y representen los intereses de sus países en órganos multilaterales; es algo que también vi en la FAO.
Uno ve que hoy en día es mucho más equitativa la cantidad de mujeres que hay en relación con la cantidad de hombres, algo que antes era muy inusual, en parte, porque las mujeres no entraban a este mundo.
Cuando entré al ministerio, hace cerca de 40 años, éramos muy pocas las mujeres que postulábamos, porque la mentalidad era que la mujer tenía otros roles. Hoy es 50/50 y hablo con embajadoras de diferentes países y todas ven el mismo fenómeno. Cada día hay más mujeres interesadas, más mujeres que entran a la carrera diplomática y, evidentemente, logran puestos altos”.
—¿Cuáles son los desafíos en la materia?
“Todavía hay estamentos en los cuales impera una situación en que la mujer no ha llegado a una plenitud de igualdad ante el hombre. Hablo de algunos países africanos y de algunos países árabes. El desafío es que esos países, al ver el ejemplo de otros que sí lo están logrando y sus resultados, vayan poco a poco abriendo su puerta y permitiendo que sus mujeres puedan ser líderes y tomen papeles relevantes en la sociedad a la cual pertenecen”.