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Política exterior de Chile en 2024: una agenda intensa con metas cumplidas y desafíos crecientes por abordar

Ministra Consejera, Verónica Rocha Ormeño, Jefa de gabinete del Ministro de Relaciones Exteriores.

Es tiempo de balances y recuentos, y la agenda de política exterior 2024 no puede quedar al margen de este tradicional ejercicio de revisión del año que termina.

En materia de giras presidenciales podemos destacar la visita oficial del Presidente Gabriel Boric a los Emiratos Árabes Unidos en julio; su participación en la Conferencia para la Paz en Ucrania, realizada en Suiza; en la 79° Asamblea General de Naciones Unidas; en la Cumbre APEC celebrada en Perú; en el Encuentro de Líderes del G-20, realizado en Brasil, y en las ceremonias de transmisión de mando de Guatemala y México, por mencionar sólo algunos de sus viajes. En materia de visitas de alto nivel a Chile, destacamos la del Presidente Lula da Silva en agosto, y la de los presidentes Luong Cuong, de Vietnam, y Emmanuel Macron, de Francia, en noviembre, entre otras.

Al revisar las intensas agendas de las autoridades de Cancillería, la lista de actividades es igual de extensa. Repasamos aquí las visitas oficiales del ministro van Klaveren a Canadá, China, India, Vietnam, Filipinas; así como su participación en la Cumbre de los Oceános en Costa Rica; en la Conferencia Internacional sobre Gaza, celebrada en Jordania, y en la ceremonia por los 40 años del Tratado de Paz y Amistad con Argentina, que tuvo lugar en noviembre en el Vaticano. En el caso de la subsecretaria Gloria de la Fuente resalta su gira a África, donde visitó Sudáfrica, Kenia y Etiopía; en tanto, la Subsecretaria Claudia Sanhueza visitó India y participó en diversos foros multilaterales en el ámbito económico-comercial.

Estos viajes – imposible enumerarlos todos - representan sólo una dimensión entre los múltiples espacios de trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores, cuyo objetivo central es reforzar la presencia, los intereses y la imagen de Chile en el mundo, así como prestar apoyo y asistencia a los chilenos y chilenas en el exterior. Parece obvio, pero es importante recalcar que la voz de un país mediano como el nuestro se despliega no sólo en sus agendas bilaterales, sino también en las diversas instancias del sistema multilateral y, por cierto, a través de la red de acuerdos comerciales que continuamos ampliando y profundizando, en particular con el Asia Pacifico y con algunos países del Golfo.

Si revisamos los temas que han centrado nuestra atención, y que reflejan la continuidad de principios y valores que reafirman nuestras credenciales en el escenario internacional, es posible observar con nitidez una sólida defensa de los Derechos Humanos; una constante preocupación y acción en materia de medio ambiente, cambio climático y gobernanza oceánica; una promoción activa de una mayor participación de las mujeres en todos los espacios del quehacer internacional, y, cada vez con mayor fuerza y presencia en la agenda, la búsqueda por más diálogo y coordinación regional que permita hacer frente al crimen organizado transnacional.

La integración regional, aún en tiempos complejos, sigue siendo un camino y una meta en la agenda de trabajo de la Cancillería. La participación del Canciller en la cumbre de Jefes de Estado de CELAC y de las Subsecretarias en las cumbres de Mercosur, así lo demuestran. La presidencia de Chile del denominado “Consenso de Brasilia” en el primer semestre de 2024 y de la Alianza del Pacífico durante todo el año reflejan una vocación y una convicción en cuanto a que los desafíos más apremiantes deben encontrar respuestas colectivas.

Al concluir, recordamos que en 2025 termina nuestro periodo como país miembro del Consejo de Derechos Humanos y que presentamos nuestra postulación a reelegirnos para el periodo 2026-2028. Somos un país altamente respetado en este ámbito porque asumimos la promoción y la defensa de los derechos humanos en todo tiempo y lugar.

Recordamos también que Chile ha sido uno de los países más activos en la invitación para que más Estados ratifiquen el Acuerdo para la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales (BBNJ, por su sigla en inglés). Nuestro país ya lo ratificó y confiamos que otros lo hagan el próximo año para que prontamente este relevante tratado pueda entrar en vigencia. No debemos olvidar que Chile presentó su candidatura para que Valparaíso se convierta en la sede de este Tratado. Confiamos que nuestra reconocida trayectoria y permanente preocupación por el cuidado y protección de los océanos sea un buen aval para obtener la sede de esta Secretaría.

Uno de los trabajos más visibles de la Cancillería a ojos de la ciudadanía es el que desarrolla su extensa red de consulados en el mundo. Durante el año que se va, desde la Dirección General de Asuntos Consulares, Inmigración y Chilenos en el Exterior han trabajado intensamente para brindar cada vez una mejor atención a chilenos que lo requieran, y han reforzado las capacitaciones para avanzar hacia una mejor gestión y de manera específica – como parte de la Política Exterior Feminista- una mejor atención a personas víctimas de violencia de género.

Como bien conocen quienes siguen de cerca el trabajo diario de la Cancillería, además de la dimensión política, económico-comercial, consular y cultural de nuestro quehacer, de este Ministerio dependen cuatro servicios clave, cada uno con una agenda riquísima que resulta imposible resumir en pocas líneas: la Dirección Nacional de Fronteras y Límites (DIFROL); la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID); la Dirección General de Promoción de Exportaciones (ProChile); y el Instituto Antártico Chileno (INACH). Estos servicios han desplegado durante 2024 todas sus capacidades humanas, técnicas y presupuestarias para cumplir de la mejor manera con su papel experto en áreas fundamentales de la Política Exterior de Chile.

La densidad de la agenda del año que termina es una demostración de la importancia de nuestra tarea diaria, de cada funcionario, en todos los estamentos. Que la satisfacción por el trabajo realizado se convierta en un aliciente para que durante 2025 la Cancillería siga abordando desafíos y oportunidades, a veces complejos, con compromiso y convicción, de manera colaborativa y con mirada de Estado.