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Historia de la Biblioteca

Historia de la Biblioteca

El Ministerio de Relaciones Exteriores posee un fondo bibliográfico que data del siglo XIX. 

La Biblioteca nació con el Ministerio. Su fundación está estrechamente ligada con la historia diplomática y política de Chile. Parece evidente que al organizarse la Primera Junta Nacional de Gobierno, se recopilaran las colecciones de libros que existían en las dependencias de la administración imperial. Se tiene constancia que existían en Santiago 3 o 4 bibliotecas importantes, de las cuales vale la pena destacar: entre las eclesiásticas, la de los Agustinos y la de los Mercedarios; y entre las particulares, la de don Juan Egaña y la de don José Antonio Rojas.

 Al promediar el siglo en noviembre de 1838, don Andrés Bello siendo Oficial Mayor del Ministerio y a quien se le considera el fundador de la institucionalidad diplomática chilena, dispuso la reorganización total del Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores, al que denominó Archivo y Biblioteca El Archivo y Biblioteca fue la tercera división administrativa que se creó en la Cancillería.

Esto revela el alto nivel de importancia que los gobernantes de entonces y en especial don Ventura Blanco y don Andrés Bello, concedieron a la documentación como factor de solidez en las resoluciones nacionales y diplomáticas. Es significativo señalar que el Ministro Portales, al asignar los fondos para el presupuesto de Relaciones Exteriores destinó $10.000 a la compra de libros, enorme suma para esa época. Este interés no decayó nunca. Todos los diplomáticos chilenos, personeros de gran cultura, supieron apreciar la importancia que tiene una Cancillería bien documentada, y fomentar la preparación y el estudio en los jóvenes diplomáticos fue prioritario. Es interesante recordar la colaboración y los aportes que intelectuales como Alberto Blest Gana, Carlos Morla Vicuña, Miguel Luis Amunátegui, Diego Barros Arana, José Toribio Medina, Luis Risopatrón, Alejandro Álvarez, Alberto Cruchaga Ossa y tantos otros, entregaron a la Biblioteca del Ministerio.

En 1907 se ordenó la reorganización de la Biblioteca del Ministerio, notablemente enriquecida por donaciones privadas. Como bibliotecario se nombró a Pedro Pablo Figueroa, autor de los diccionarios biográficos de la época. Al año siguiente, siendo Ministro don Federico Puga, se publicó el primer Reglamento de la Biblioteca.

En 1909 asumió la Cancillería don Agustín Edwards y en noviembre de ese año se dictó la ley de Servicio Exterior y el Ministerio quedó dividido en tres Departamentos: Relaciones Exteriores, Culto y Colonización.  El primero se componía de tres secciones: Subsecretaría, Dirección Política, Archivo y Biblioteca. Tanto en el Reglamento de 1908 como en la ley de 1909, se creó una planta permanente de la Biblioteca. El año 1927, siendo Canciller don Conrado Ríos Gallardo, se separaron las funciones del Archivo y la Biblioteca.