Los efectos sociales y económicos producto de la pandemia del Covid-19 han agudizado la crisis migratoria que enfrenta la región. Por dicho motivo y, en el marco de la primera visita a Sudamérica del Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se realizó la Conferencia Ministerial sobre Migración que tuvo lugar en Bogotá, Colombia.
Las autoridades del hemisferio dialogaron sobre cómo adoptar medidas para abordar dos de las crisis humanitarias más devastadoras del último tiempo como es el caso de Venezuela y Haití.
En este sentido, el Canciller Andrés Allamand hizo un llamado a tomar acción de manera compartida para así apoyar una movilidad ordenada y segura para todos, con especial foco en los ciudadanos que transitan de manera ilegal entre los países, poniendo en riesgo sus vidas y la de sus familias, donde además se ven expuestos a situaciones de alta vulnerabilidad como la trata de personas.
"En esto no hay espacio para eufemismos, tenemos que ser particularmente claros: sin democracias responsables, respetuosas de los derechos humanos y sin economías prósperas que crezcan; que permitan disminuir la pobreza, la desigualdad y abrir oportunidades, nunca podremos contener las olas de este fenómeno migratorio", sostuvo el Ministro Allamand.
Asimismo, recordó que Chile alberga a cerca de 1 millón y medio de población migrante y es el tercer destino de la migración venezolana y haitiana. "Para un país que tiene una población menor a los 20 millones de habitantes, no hay duda de que se trata de un esfuerzo muy significativo".
"Menos del 10% de la población migrante en Chile está en condición irregular. En consecuencia, hay que seguir trabajando en esta misma línea", agregó.