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Chile en la OIT

Chile fue uno de los primeros países de América Latina en integrarse a la OIT tras su creación en 1919, participando en la evolución de las normas laborales internacionales. El país ha abordado diversas temáticas fundamentales, centradas en el trabajo decente, la igualdad de género, la protección de los derechos laborales y la erradicación del trabajo infantil.

A partir de 1990, se impulsó un proceso de modernización institucional con la creación de la Dirección del Trabajo, alineada con los principios de la OIT. Esta etapa incluyó la promoción del empleo, la protección social y el diálogo tripartito entre trabajadores, empleadores y el gobierno.

Durante este período, Chile ratificó convenios relevantes, como el Convenio N°182 en 2000, relacionado con la prohibición de las peores formas de trabajo infantil, y el Convenio N°189 en 2015, sobre el trabajo decente para trabajadoras y trabajadores domésticos.

En 2008, se adoptó el Programa de Trabajo Decente, lo que permitió revisar la legislación para garantizar mejores condiciones laborales. Esta revisión incluyó la reforma laboral de 2016, que fortaleció la negociación colectiva y amplió la cobertura de seguros de desempleo y pensiones.

Además, se trabajó en la igualdad de género, buscando reducir la brecha salarial y establecer condiciones equitativas para las mujeres en el trabajo. Chile ratificó el Convenio N°100, orientado a garantizar la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres.

La protección de los derechos de los trabajadores ha sido otro tema relevante en el marco de esta cooperación. Se han promovido la libertad sindical, la negociación colectiva y la lucha contra el trabajo forzoso, a través de la ratificación del Convenio N°87, sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, y el Convenio N°98, relacionado con el derecho de sindicación y la negociación colectiva.

La seguridad y salud en el trabajo también han sido prioritarias, impulsándose la creación de la Superintendencia de Seguridad Social para supervisar y regular estas materias. De esta manera, Chile ha participado en el fortalecimiento de las condiciones laborales en colaboración con la OIT, adaptándose a las demandas del contexto nacional e internacional en esta materia.