El Ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, se reunió con seis de los siete jóvenes profesionales de diversas áreas que partirán rumbo a Haití para trabajar en forma voluntaria y aportar con sus conocimientos en mejorar la calidad de vida de personas que viven en condiciones de extrema pobreza.
El programa se enmarca dentro del Acuerdo de Cooperación entre la Agencia de Cooperación Internacional (AGCI) perteneciente al Ministerio de Relaciones Exteriores, y la Fundación América Solidaria, presidida por Benito Baranda.
El convenio entre ambas partes supone el financiamiento de 18 voluntarios para el 2007, con un costo de $42.172.576. En Haití trabajarán 12 personas, tres lo harán en Perú y tres en Bolivia. Los equipos ya se encuentran trabajando en las localidades de Lamas, en Perú, y Potosí, en Bolivia.
El Canciller Foxley señaló que "para nuestro país es prioritario contribuir a superar la pobreza, la exclusión e inequidad social en la región. Colaborando con jóvenes profesionales voluntarios, estamos participando también en la creación de la base de una red de integración entre países hermanos".
Dos médicos, una dentista y una enfermera matrona, trabajarán sin recibir remuneración económica en la clínica Saint Spirit, en la localidad de Lilavois, a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, entregando atención primaria y realizando promoción en salud y operativos en las montañas.
Cada día, los médicos chilenos en Haití atienden a pacientes con problemas de desnutrición, anemia, infecciones respiratorias agudas y diarreas, enfermedades dermatológicas, en incluso las consecuencias de la Malaria y VIH positivo, entre otros casos.
El Presidente de la Fundación América Solidaria, Benito Baranda destacó que "los equipos de jóvenes médicos enviados a Haití por América Solidaria realizan más de 60 atenciones diarias. El trabajo que ellos realizan es tan importante que desde el 2002 son el equipo médico central de la clínica. Hay que destacar que la labor que ellos realizan es vital, porque están inmersos en la cruda realidad haitiana, donde las condiciones de salud es una de las más precarias del mundo, y donde la esperanza de vida es 20 años menos que en el resto de nuestro continente"
La labor no se concentra sólo en el área de la salud. Un ingeniero civil, un arquitecto y una sicóloga comunitaria forman parte del equipo de voluntarios chilenos que trabajarán en la construcción de 50 viviendas definitivas y una sede comunitaria, que serán financiadas por el Servicio Latinoamericano y Asiático de Vivienda Popular.
La Directora Ejecutiva de la Agencia de Cooperación Internacional, Andrea Zondek, destacó que "el proyecto se enmarca en un programa de cooperación e integración regional, que promueve la paz social de nuestro continente y el fortalecimiento de nuestra imagen como país".
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
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