Consejo de Seguridad ONU
Usted está en:  Portada
16 de abril de 2014. 
Intervención Delegación de Chile
Reunión Informativa “Amenazas a la paz y la seguridad internacionales: Prevención y lucha contra el genocidio”
Comparte :

Señora Presidenta:

 

Agradecemos a Nigeria por organizar esta importante reunión en el marco de las actividades de conmemoración del vigésimo aniversario del genocidio en Rwanda, cuyas víctimas, entre ellas numerosos niños y niñas, recordamos hoy con profundo respeto y solidaridad.

 

Valoramos, la presentación del Vicesecretario General, señor Jan Elliason y, a través de él, el compromiso del Secretario General en esta materia.  Asimismo, agradecemos al Embajador Colin Keating por recordarnos lo sucedido y las lecciones aprendidas que debemos considerar hoy.

 

Señora Presidenta:

 

Mi país tuvo el honor de participar en los actos de conmemoración que tuvieron lugar en Kigali, el 7 de abril pasado, oportunidad en que transmitimos nuestra solidaridad al pueblo de Rwanda. Agradecemos nuevamente la invitación a esta conmemoración, calificada por nuestro Enviado Especial como una experiencia impactante, tanto en lo humano como en lo profesional.

 

La gravedad y condena generalizada frente al crimen de genocidio, nos permite entender que en solo 4 años se haya pasado de crear el concepto, acuñado por Lemkin, a adoptar la Convención de Naciones Unidas para la Prevención y Castigo del delito de Genocidio que establece que los Estados partes se comprometen a prevenir y a sancionar este delito en tiempo de paz o de guerra. La Corte Internacional de Justicia ha dictaminado que  dichas obligaciones se extienden incluso a aquellos que no sean parte de la Convención, por tratarse de obligaciones “erga omnes”.

 

El genocidio germina en sociedades divididas, donde existen percepciones y sentimientos de exclusión que exacerban acciones en contra de determinados grupos, creando las condiciones para la comisión de este crimen. Este deterioro en el respeto a los derechos humanos suele ser un signo de alerta que requiere de la voluntad política de las autoridades nacionales e internacionales de reconocerlo y denunciarlo.

 

En este sentido, destacamos la iniciativa del Secretario General de los  “Derechos en primer lugar” (“Rights up Front”), en tanto reafirma el papel central de los derechos humanos en el sistema de Naciones Unidas, como asimismo la importancia de la labor de las Oficinas del Asesor Especial para la prevención del genocidio y del Asesor Especial sobre la responsabilidad de proteger, a las cuales les cabe un rol preventivo  fundamental.  

 

Señora Presidenta:

 

La prevención es posible y debe ser parte central de nuestras responsabilidades como Consejo y como comunidad internacional. Existe el espacio para ejercer una diplomacia preventiva y utilizar eficientemente aquellos mecanismos de alerta temprana vigentes. Reconocemos, con miras a este objetivo, el rol de las organizaciones regionales y subregionales - tales como la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos, mencionada hoy-, de los líderes locales y religiosos, de las mujeres y de la juventud, de la sociedad civil y de los medios de comunicación.

 

Se deben perfeccionar  los mecanismos de coordinación y colaboración con dichos actores, para lo cual es necesaria la cooperación internacional. El establecimiento de comisiones nacionales para la prevención del genocidio y los esfuerzos desplegados en este sentido por el Asesor Especial del Secretario General sobre la Prevención del Genocidio, mencionados en el marco de la reunión bajo fórmula Arria sobre el diálogo intercomunitario y prevención de crímenes, celebrada el 14 de marzo pasado, constituyen ejemplos a considerar.

 

Un mayor compromiso con el fortalecimiento del estado de derecho, el respeto del derecho internacional, en particular de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, permitirá mejorar los niveles de inclusión y respeto a la diversidad, desarrollo y justicia social, haciéndose cargo de las raíces profundas de estos conflictos.

 

 

Señora Presidenta:

 

Cada Estado tiene la responsabilidad primaria de proteger a sus poblaciones contra los abusos masivos y generalizados de los derechos humanos. La comunidad internacional debe acompañar y apoyar a los Estados miembros cuando éstos, de manera voluntaria o por incapacidad manifiesta, no cumplen con esta obligación, conforme al concepto de la responsabilidad de proteger, consagrado en el Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005.

 

Chile ha organizado una serie de seminarios y reuniones en el país, en el marco de su compromiso con el concepto de la Responsabilidad de Proteger y con su carácter preventivo. Este año esperamos realizar un nuevo seminario de difusión a nivel intersectorial, en conjunto con el “Global Centre for the Responsibility to Protect”.

 

Señora Presidenta:

 

Otro aspecto central es la necesidad de contar con mecanismos y/o tribunales internacionales que garanticen la rendición de cuentas, evitando la impunidad y actuando, a la vez, como una herramienta disuasiva o de prevención de futuros crímenes.  

 

Al respecto, destacamos el Tribunal Internacional para Rwanda como asimismo el rol que le corresponde a la Corte Penal Internacional, creada en virtud del Estatuto de Roma, que constituye uno de los desarrollos más importantes de los últimos 50 años en materia de justicia penal internacional, al ser el único tribunal penal internacional independiente y permanente que, con carácter complementario de las jurisdicciones penales nacionales, fue creado para tratar, entre otros, el crimen de genocidio.  Dado su carácter complementario, es necesaria la debida cooperación de los Estados con la Corte para que ésta pueda desempeñar sus funciones cabalmente.

 

Señora Presidenta:

 

Chile reitera el llamado que formulamos en la Asamblea General para que los países que gozan del derecho a veto se abstengan de utilizarlo en situaciones de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra, genocidio o limpieza étnica, pues ello resta eficacia a este Consejo en la defensa de los valores y principios más fundamentales para la humanidad.

 

Instamos al Consejo de Seguridad y, en particular a sus miembros permanentes, a asumir esta responsabilidad.

 

No olvidemos los fracasos de años recientes y las complejas situaciones que hoy enfrentamos. No dejemos que sea demasiado tarde para actuar.

 

Muchas gracias.

Descargar Archivos