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Chile y Argentina lideran propuesta de Área Marina Protegida para las especies en la Antártica

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El calentamiento global es una real amenaza, pero no solo en los territorios americano, europeo, asiático, africano y de Oceanía, sino también –y de modo más peligroso- en Antártica, un continente que actúa como regulador natural de la temperatura del clima planetario.

La semana pasada, un estudio hecho por investigadores del British Antarctic Survey, titulado "Emperadores en hielo quebradizo: tres años de fracaso reproductivo en la bahía Halley" ("Emperors on thin ice: three years of breeding failure at Halley Bay"), impactó al mundo por dar a conocer la drástica reducción de una de las más grandes colonias de pingüinos emperador (5 % a 9 % de la población global, cerca de 20 mil parejas) al oeste del Mar de Weddel.

Los emperadores se reproducen sobre zonas de hielo marino estable. Sin embargo, el colapso de la placa de hielo en la bahía Halley, en 2016, no permitió que ninguno de los polluelos sobreviviese. Esto se repitió en 2017 y 2018.

Esta situación coincide con años en donde ocurrió una importante variabilidad climática, que habría producido la ruptura y consecuente inestabilidad del hielo.

Así, en 2019, en el último conteo mediante imágenes satelitales de alta resolución casi no había adultos de pingüino emperador en la colonia. No obstante, el estudio también destaca un significativo incremento de un 1.000 % en una colonia que está 55 km al sur, lo que sugiere que las parejas estarían migrando hacia esta y otras colonias con condiciones más favorables.

El trabajo mancomunado entre Chile y Argentina en esta materia adquiere vital relevancia: la propuesta de Área Marina Protegida del Dominio 1 (Península Antártica occidental y sur del Arco de Scotia) -liderada por científicos del Instituto Antártico Chileno (Inach) y funcionarios de la Dirección Antártica del Ministerio de Relaciones Exteriores, junto a sus contrapartes del Instituto Antártico Argentino (IAA) y la Cancillería argentina-, considera la protección de grandes áreas sensibles al deshielo en el sur de la península, donde se dará especial atención a controlar los impactos de actividades humanas y al estudio de los impactos del cambio climático sobre la biota y el ecosistema en general.

Esta iniciativa, presentada en octubre de 2018, además, considera un área de protección general en la zona al sur de bahía Margarita, para otorgar protección extra a colonias de pingüinos emperador. Por ejemplo, se ha descrito la existencia de una colonia ubicada en isla Smyley, la que está formada por más de 6 mil adultos de acuerdo a una estimación realizada en 2009. La medida igual protegería otros importantes objetivos de conservación: áreas de reproducción de kril, áreas de alimentación de predadores como orcas y también áreas de importancia para reproducción y estadios tempranos de peces.