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Martes, 28 de mayo de 2013 
Palabras del Ministro de Relaciones Exteriores de Chile
Inauguración del Consejo de Integración Social Chile-Perú
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Señora Ministra de Relaciones Exteriores del Perú, Eda Rivas.

Señoras y Señores Ministros y Subsecretarios del gobierno del Perú y del gobierno de Chile, miembros de este Consejo de Integración Social.

Distinguidos delegados, señoras y señores,

Es para mí un honor inaugurar esta mañana la primera reunión ministerial del Consejo de Integración Social entre nuestros países. La maciza presencia de ministros del gobierno del Perú es una muestra de la importancia que le damos a la unión de nuestros pueblos. La riqueza de los debates sostenidos ayer nos augura una agenda sólida en los temas de complementariedad en materias sociales, y flujos de personas.

Estamos particularmente agradecidos por la presencia de ocho Ministros de Estado del Perú, tres viceministros y numerosos asesores. Esta es una clara señal del compromiso que tiene el Presidente Ollanta Humala y su gobierno de continuar construyendo este camino bilateral de colaboración y acercamiento.

A pocas semanas de que concluya el proceso en la Corte Internacional de Justicia, creo que es destacable la imagen que estamos entregando al resto de la comunidad internacional. Por medio de iniciativas como la que estamos inaugurando hoy, estamos cultivando conscientemente una relación centrada en la profundización de la confianza y la construcción de áreas de acción comunes.

Los diferentes encuentros que hemos mantenido en el último tiempo - por ejemplo la IV Reunión del Comité Permanente de Consulta y Coordinación Política 2 + 2 desarrollada en Lima, y las reuniones de trabajo que sostuvimos con el Sr. Rafael Roncagliolo, antecesor de la Sra. Ministra Eda Rivas- demuestran que Chile y Perú están abocados a construir una agenda de trabajo de largo plazo, que nos permita mirar hacia un futuro promisorio, que no puede sino significar beneficios y progreso para nuestros países.

Chile y Perú tienen una agenda de crecimiento cada vez más coincidente, donde el progreso de uno significa también el progreso del otro. Las cifras de inversiones muestran que día a día nuestras economías son más integradas. Las crecientes cifras de inversión peruana en Chile es una excelente muestra de lo anterior, y no puede ser vista sino como una señal de que estamos avanzando en la dirección correcta.

Grandes consorcios peruanos han apostado por Chile para expandir sus negocios, invirtiendo en sectores como el cemento, la construcción, el sector eléctrico, la minería y los alimentos, entre otros. Estas inversiones tienen efectos directos en la vida de las personas, a través de la creación de cerca de 100 mil nuevos puestos de trabajo directos e indirectos en ambos países.

Hemos podido percibir la misma tendencia en materia comercial. En los últimos años se ha incrementado el intercambio de bienes entre los dos países, con una diversificación de productos cada vez mayor.

En materia turística, Perú se ha convertido en el primer destino de los chilenos, desplazando por primera vez a Argentina. Son casi un millón los visitantes chilenos que el año pasado llegaron a tierras peruanas para visitar el legado que han dejado las civilizaciones andinas, los sitios patrimoniales o para disfrutar de sus balnearios, ciudades y paisajes naturales.

Toda esta coincidencia ha hecho que también tengamos fuertes similitudes en la forma como nos relacionamos con el mundo. Esto se ha reflejado en que compartimos importantes espacios de diálogo e integración como la Alianza del Pacífico, que buscan aprovechar las oportunidades que entrega el proceso de globalización.

Sin embargo, tenemos que señalar que cualquier apuesta de apertura al mundo debe tener un fundamento en la construcción de sociedades más abiertas y justas, donde los beneficios de nuestro progreso se canalicen hacia nuestras poblaciones, y especialmente en los sectores menos avanzados.

En este sentido, tanto el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, como la administración del Presidente Ollanta Humala han puesto especial énfasis en las políticas públicas en el área social, que nos han permitido emprender con éxito tareas claves para el desarrollo de nuestros países y para la erradicación de la pobreza.

Las políticas gubernamentales de Chile se basan en el principio de no discriminación y en la igualdad de derechos y deberes que existen entre los nacionales chilenos y las personas migrantes. De esta forma, es una preocupación especial para nuestro Gobierno tomar las medidas necesarias para que los residentes peruanos en Chile puedan acceder sin ningún tipo de discriminación a la educación pública o a la red de atención de salud del Estado, o que tengan acceso igualitario a los diferentes subsidios que en el ámbito social dispone el Gobierno de Chile.

Las experiencias históricas muestran que los ciudadanos que deciden emigrar pueden convertirse en elementos centrales para consolidar una buena vecindad. Muchos ciudadanos peruanos han forjado lazos y se han establecido de forma permanente en nuestro país, contribuyendo con su trabajo a nuestra sociedad y a través de sus valores y tradiciones, a nuestra cultura. Así, una segunda generación nacida o criada en Chile ha incorporado valores de ambas sociedades y se han convertido en un ejemplo de integración.

Esta reunión ministerial del Consejo de Integración Social que inauguramos hoy es una muestra fehaciente de que los gobiernos de Chile y Perú valoran este rol central de nuestros migrantes. Ello amerita un esfuerzo de coordinación de políticas a ambos lados de nuestras fronteras, involucrando a diferentes ministerios del área social y construyendo acuerdos y compromisos que beneficiarán directamente a los ciudadanos de ambos países.

Un lugar donde claramente se observan los beneficios de la interacción entre los gobiernos y las poblaciones de Chile y del Perú es en nuestra zona fronteriza. Tanto los ciudadanos como las autoridades de Arica y Tacna se reúnen permanentemente para aprovechar las sinergias existentes entre las dos ciudades y buscar soluciones conjuntas a los desafíos cotidianos que enfrentan sus respectivas comunidades.

Con más de 5 millones de cruces fronterizos al año, es de nuestro interés lograr en el menor plazo posible el funcionamiento integrado de los complejos fronterizos de Chacalluta y Santa Rosa.

En este contexto, estamos convencidos que el Consejo de Integración Social entre Chile y Perú puede convertirse en un mecanismo de suma relevancia para ambos países. Queremos fomentar este trabajo conjunto, que permitirá compartir experiencias, intercambiar información y poner en marcha planes de cooperación entre diferentes entidades públicas, que están destinados a proporcionar una mejor calidad de vida a los habitantes de ambos países.

Esa es la tarea que nos piden nuestros pueblos y hoy, con el inicio del funcionamiento de este Consejo, estamos dando una respuesta real y efectiva a estas demandas.

Nuestros resultados, no sólo permitirán una mejor vida para miles de inmigrantes, sino que cimentar una sólida relación entre nuestros países para juntos poder enfrentar los desafíos y oportunidades que el mundo nos presenta.

Muchas gracias.