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7, 8 y 9 de septiembre de 2011 
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Discurso Reunión Regional Preparatoria para la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (Rio+20) (Rio de Janeiro, 2012)
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Señora Secretaria Ejecutiva de CEPAL

Ministros, Vice-Ministros, Jefes de Delegación y representantes de los Estados Miembros y Observadores de CEPAL

Representantes de la sociedad civil

Amigos todos,

 

Quiero agradecer a la Secretaria Ejecutiva de CEPAL, Alicia Bárcena, y a todo su equipo, por aportarnos su hospitalidad y su talento organizador. Pero más todavía por entregarnos su visión de la región y de los desafíos por delante a través del documento "La sostenibilidad del desarrollo a 20 años de la Cumbre de la Tierra". Es un gran aporte al ejercicio regional intergubernamental que nos reúne hoy, que debe dar forma a una contribución más de la región al proceso Río + 20.

 

Digo una contribución más porque, a lo largo de este proceso, nuestra región ha demostrado su liderazgo a partir del impulso que le ha dado Brasil, país anfitrión e iniciador del proceso, cuya conducción respaldamos.

 

En la coyuntura financiera y económica internacional que enfrentamos, esta reunión regional preparatoria y el proceso Río +20 en su conjunto constituye una ocasión para que nuestra región reafirme su compromiso con el multilateralismo y afiance su papel como puente entre el mundo en desarrollo y el mundo desarrollado.

 

Quisiera compartir algunas ideas generales que considero esenciales en este proceso.

 

Para Chile, esta Conferencia, que se celebra a veinte años de la última Cumbre de la Tierra, debe ser la ocasión para reafirmar nuestro apego a la vida como valor fundamental que nos une a todos. Sin duda que la protección de la vida humana y la mejora de las condiciones de vida de una parte numerosa y necesitada de la Humanidad debería ser prioridad para todos; más aún, es una condición ineludible para hacer viable la convivencia planetaria de las próximas generaciones.

 

Pero Chile también cree que los avances que puedan lograrse en materia de la defensa de la vida animal, vegetal y la biodiversidad son de gran relevancia y también tienen que ver, de manera sustantiva, con la continuidad de la vida humana sobre la tierra. En este sentido, el examen de los logros y la identificación de brechas de ejecución a veinte años de la Cumbre de Río que emprenderemos deberá, de alguna forma, hacerse cargo de la creciente sensibilidad del planeta por los temas ambientales.

 

Otro tema importante para nosotros es el de los recursos naturales, centrales al momento de abordar la sostenibilidad del planeta. Los países de América Latina y el Caribe deben esforzarse por mejorar la eficiencia en el uso de sus recursos naturales y velar por que su explotación y sustentabilidad sean compatibles en el crecimiento de los países. Chile, en su modelo económico, está trabajando para que esto sea una realidad permanente. De igual forma, creemos que el camino hacia un desarrollo más sostenible pasa por una mayor eficiencia energética y un mayor aprovechamiento de las energías renovables. Chile está comprometido con lograr que, de aquí al 2020, el 20% de su matriz energética esté constituida por energías renovables no convencionales.En este contexto, la integración energética regional debe ser una materia a abordar en esta nueva etapa.

 

En el campo del desarrollo agrícola y de la seguridad alimentaria, que consideramos vital para este proceso, es esencial concluir en cuanto antes la Ronda del Desarrollo iniciada en Doha, y trabajar por un mundo donde se eliminen las barreras que afectan el comercio internacional. Sólo así lograremos incentivar la inversión necesaria y aprovechar el potencial agrícola del planeta para alimentar a su creciente población.

 

Este esfuerzo debe naturalmente ir acompañado de políticas que incentiven a los pequeños y medianos agricultores, faciliten su inserción en los mercados, promuevan el empoderamiento de la mujer, aprovechen los conocimientos tradicionales e indígenas y solucionen, urgentemente, problemas como la desnutrición, especialmente la que afecta a los niños.

 

Últimamente se ha asistido a una revaloración del papel regulador del Estado en el ámbito financiero y ha quedado en evidencia el desafío, que hay que resolver cuanto antes, de una mayor responsabilidad empresarial. En definitiva, es urgente satisfacer la necesidad de que todos contribuyamos a un mundo mejor a través de padrones de consumo y producción sostenibles. Otra característica de este proceso Río+20 ha sido la valiosa contribución de la sociedad civil, indispensable en la generación de conciencia respecto a numerosos temas de la Conferencia. Por ello hemos hecho un llamado a que la sociedad civil aporte a la formulación de nuestra posición nacional.

 

Desde el asiento de Chile daremos a conocer nuestra visión sobre los Objetivos y Temas de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (Río + 20), pero no quisiera concluir sin referirme a la propuesta presentada por Colombia sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Consideramos necesaria esta iniciativa, que busca rescatar la positiva experiencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y creemos oportuno afinarla en conjunto si queremos llegar a Río, en junio del próximo año, con propuestas concretas, que estén a la altura de las expectativas levantadas por esta Conferencia.

 

Muchas gracias.