Política Exterior
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Comisión Ballenera Internacional (CBI)
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Chile es parte de la CBI desde el año 1979 cuando adhirió a la Convención Internacional para la regulación de la Caza de Ballenas de 1946. Si bien al comienzo Chile apoyaba la caza de estas especies, al poco tiempo se abrió hacia una posición más equilibrada dentro de la Comisión -los llamados "open minded"- que apoyan la utilización racional de los recursos vivos marinos, la protección de los recursos escasos y la explotación de aquellos cuya abundancia se encuentre científicamente comprobada.  Con el paso de los años, Chile fue asumiendo una postura más conservacionista que promueve la conservación de los cetáceos y la defensa de su uso no letal.

 

En 1982 Chile aprobó la adopción de la moratoria para la cacería comercial de ballenas, medida de carácter indefinido que sólo puede ser modificada mediante el voto de tres cuartos de los países miembros de la Comisión Ballenera Internacional.  Posteriormente se ha opuesto a los intentos de levantar esta prohibición.

 

Chile también ha apoyado las resoluciones anuales de la CBI que llaman a Japón a terminar con su programa de cacería de ballenas con fines de investigación científica.  Nuestro país ha enfatizado que los objetivos de ese programa podrían ser logrados mediante métodos de investigación que no requieren la captura y muerte del animal.

 

En noviembre de 2007 el Ministerio de Relaciones Exteriores expresó su preocupación por la decisión del Gobierno de Japón de reanudar su programa de caza de ballenas con fines científicos en aguas del Santuario Ballenero Austral, manifestando que ella contraviene el espíritu de la moratoria para la cacería comercial. Así mismo recordó la resolución adoptada sobre la materia en la reunión de la CBI efectuada en mayo de ese año en Anchorage, la cual llama a Japón a suspender esta práctica indefinidamente.  En diciembre de 2007 junto a otros 29 países y la Unión Europea, Chile entregó una nota en la Cancillería nipona, expresando su rechazo a este proceder.

 

Al interior de la CBI es posible distinguir claramente dos posiciones, la de los países conservacionistas o "like minded" y la de los países  balleneros. Los primeros  abogan por la  "modernizacion" de la Comisión a través de su fortalecimiento hacia la conservación y su ajuste a los tiempos modernos. Los segundos abogan por la "normalización" de la CBI mediante su retorno al objetivo original para el cual fue creado, esto es, regular la cacería de ballenas.

 

Esta polarización dentro de la CBI ha traído consigo un entrabamiento del organismo, que ha dificultado la adopción de acuerdos. Por tal motivo, a partir de la 59° Reunión Anual de la CBI se dio inicio  a un proceso de negociación para definir el futuro de la organización con el objeto de generar fórmulas que permitan que los debates en su interior se realicen de manera más constructiva y eficiente, y así lograr conciliar las posiciones entre los países conservacionistas y los pro-balleneros.

 

En tal sentido, la Comisión en su 60° Reunión Anual realizada en junio pasado en nuestro país, conformó un grupo de trabajo integrado por 24 de los 81 países miembros, entre ellos Chile, con el propósito de analizar el futuro de la CBI, buscar vías para terminar con la actual polarización y avanzar en los temas sustantivos que dividen al foro. Su  primera sesión formal está agendada para septiembre de 2008 en Estados Unidos.

 

Grupo de Buenos Aires

 

Chile coordina su actuación en la Comisión Ballenera Internacional con los miembros del Grupo de Buenos Aires, el cual reúne a los países latinoamericanos conservacionistas miembros del organismo. Esta agrupación promueve la adecuada conservación y el uso no letal de los cetáceos, mediante medidas tales como la permanencia de la moratoria  de la caza comercial; el turismo responsable de avistaje de cetáceos;  la profundización de los temas de conservación al interior de la CBI; el respeto a los Santuarios de Ballenas ya establecidos y la creación de nuevos Santuarios, como el del Atlántico Sur; y el reconocimiento y apoyo a las declaraciones de áreas de protección oficial para los cetáceos dentro de la ZEE  de varios países de la región.

 

 

Es en este contexto que se enmarcan los esfuerzos de Chile por establecer medidas de protección de carácter más permanente para las ballenas, como es el caso del Proyecto de Ley para la Creación de una Zona Libre de Caza de Cetáceos.

 

 

Al respecto, cabe señalar que para el Ministerio de Relaciones Exteriores este proyecto representa  un compromiso claro con la preservación de las ballenas, que incluso va más allá de la prohibición impuesta por la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de la Ballena y se ajusta a los nuevos acuerdos y principios del Derecho Ambiental Internacional.