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Viernes, 16 de marzo de 2012 
Sección Opinión - Diario El Mercurio
Mandato de los Libertadores
Alfredo Moreno, ministro de Relaciones Exteriores
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O'Higgins y San Martín siempre coincidieron en que los destinos de Chile y Argentina deberían estar unidos para siempre.

La magna empresa de vencer la cordillera de los Andes y lograr la libertad fue la mejor prueba de que ambos pueblos podían emprender los más serios desafíos. Si juntos habían logrado una hazaña tan notable, todo lo que viniera en el futuro sería abordable. El valor de esa unidad debería estar por sobre las diferencias circunstanciales y con ese mismo espíritu buscar la solución de sus desavenencias.

Más de doscientos años han transcurrido desde aquella memorable demostración de hermandad, tiempo no exento de vicisitudes de las cuales hemos sabido salir airosos, justamente, por haber sabido honrar ese mandato.

Inspirados en esos sentimientos de unidad, el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, y la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, han puesto sus mayores esfuerzos en profundizar la cooperación económica y la integración física entre ambos pueblos. Pero por sobre todo, la relación humana, en particular de la juventud, para que las nuevas generaciones se desarrollen despojadas de cualquier tensión que pudiere arrastrar nuestra historia común. Convencidos de que el entendimiento parte por la relación entre ambos pueblos, han propiciado encuentros binacionales entre ministros, intendentes y gobernadores, que más allá de los efectos prácticos alcanzados en sus reuniones, han permitido un conocimiento personal entre las autoridades. Entre estos contactos, es digno de destacar especialmente el amplio y profundo espacio en que se desarrolla el entendimiento entre nuestras Fuerzas Armadas.

Por eso, el Gobierno de Chile valora en toda su dimensión la visita que realiza la Presidenta Cristina Fernández. La considera una manifestación de hermandad del más alto nivel que nos brinda el pueblo argentino. Lo destaca, además, porque se produce en momentos en que el mundo nos presenta a chilenos y argentinos nuevos desafíos, tan complejos y difíciles que la unidad entre nuestras naciones es hoy más necesaria que nunca. Ya no sólo es un mandato de nuestros próceres, sino también una necesidad ineludible.

Si fuimos capaces de vencer situaciones tan dramáticas como las vividas hace algunos años, con mayor razón podemos hacerlo frente al desafío común de un mundo extremadamente complejo y en constante cambio. Juntos podemos hacerlo mejor. Chilenos y argentinos aprendimos y con sabiduría fortalecimos nuestro sistema para solucionar pacíficamente nuestras diferencias y nos comprometimos a estrechar nuestra común vecindad.

Los avances en nuestras relaciones son sorprendentes, porque se han construido sobre la confianza, condición indispensable para que sean permanentes, sólidos y creíbles. Por eso, ambos gobiernos han puesto sus mayores esfuerzos en cuidarla, conscientes de que siempre habrá quienes quieran resquebrajarla. De allí que, más allá del desarrollo de obras físicas que día a día se realizan y de los variados proyectos en preparación, dimos un paso trascendental al crear la fuerza "Cruz del Sur", formada por militares chilenos y argentinos, al igual que lo hicieron nuestros próceres, para servir juntos a la paz en el mundo. Hoy forma parte de la fuerza de reserva de Naciones Unidas en condiciones de desplegarse en operaciones de paz a partir del año en curso y con un Estado Mayor Conjunto.

Sin duda, el gran énfasis de ambos mandatarios ha estado puesto en la posibilidad de avanzar en la concreción de la anhelada integración física entre ambos países. Así, se han puesto energías y recursos en avanzar en el trabajo de las entidades binacionales para el estudio de los proyectos de túneles que podrían atravesar los Andes. Obras de enorme magnitud que fortalecerían significativamente el intercambio y el desarrollo a ambos lados de la frontera. También en materia de integración física, durante este año se avanzará en obras de conectividad e infraestructura de los pasos Pehuenche y Cardenal Samoré, y suscribiremos acuerdos que darán inicio al establecimiento y funcionamiento de controles integrados en los pasos de Jama, Sico y Mamuil Malal, entre otros.

Desde el punto de vista de la integración cultural, el Acuerdo de Reconocimiento Mutuo de Títulos Profesionales y Licenciaturas y Títulos de Grado Universitarios permitirá establecer mecanismos ágiles de mutuo reconocimiento de títulos, otorgados por universidades chilenas y argentinas, basados en los sistemas nacionales de aseguramiento de la calidad. Así se facilitará enormemente que profesionales argentinos y chilenos puedan desempeñarse laboralmente en ambos países, con el consiguiente enriquecimiento de las perspectivas y el conocimiento de otros modos de ejercer una profesión.

Dos pueblos con tanto en común y con tanto por ganar a partir de su relación, no pueden perder la oportunidad de avanzar juntos en la senda de la integración. Resolviendo los obstáculos con buena voluntad y de frente, concentrándose en los grandes temas de la relación, pero esforzándose en superar las dificultades que pudieran enturbiarla. En este sentido, reconocemos que hemos tenido problemas, en ocasiones serios y complejos, por ejemplo en cooperación judicial y facilitación del comercio. Esperamos que este encuentro presidencial permita seguir avanzando en soluciones mutuamente satisfactorias, como ya lo hemos hecho anteriormente.

Al mismo tiempo, esta visita de la Presidenta Fernández será también una ocasión propicia para que el Presidente Piñera pueda manifestarle personalmente la posición de Chile respecto de la situación de las Islas Malvinas, reafirmando nuestro pleno respaldo a los legítimos derechos de Argentina sobre las islas, voluntad reflejada en el apoyo de nuestro país a numerosas declaraciones y resoluciones emitidas en foros y organismos multilaterales.

Los mandatarios de ambos países están conscientes de que deben interpretar el sentir de hermandad de sus pueblos y hoy con satisfacción pueden decir que lo están haciendo, pues día a día se fortalece nuestra relación, brindando seguridad y prosperidad a ambas naciones.