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Santiago, 28 de agosto de 2015 
Comunicado de Prensa
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El Canciller de Bolivia ha emitido unas declaraciones agresivas e infundadas, lo cual ya es un hábito por parte del gobierno boliviano. Bolivia se sincera al admitir que analiza recurrir a un arbitraje por el Tratado de 1904. Ese siempre ha sido su propósito: desconocer o renegociar el Tratado de Paz y Amistad que fijó a perpetuidad las fronteras entre los dos países.
Las declaraciones del Canciller boliviano no ameritarían respuesta si no reflejaran tanto desconocimiento de la realidad del pleno cumplimiento del Tratado en cuestión. El Canciller boliviano en sus declaraciones confunde el más amplio y libre tránsito por territorio nacional que Chile le otorga a la carga de ese país con la gratuidad de los servicios portuarios.
Chile no impone gravamen, arancel o impuesto alguno a la carga boliviana en tránsito desde o hacia Bolivia. La carga boliviana goza de los mismos derechos que la carga chilena y con más ventajas, incluyendo el almacenamiento gratis del cual no gozan las mercaderías chilenas ni la de terceros países. Pero el libre tránsito no implica gratuidad de los servicios de carguío o de desconsolidación de la carga.
Por otra parte, los cobros excesivos en Arica a que hace referencia el Canciller boliviano tal vez se refieran a los recargos que cobra la propia Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASPB), a las mercaderías bolivianas en tránsito. Sólo un ejemplo: por el carguío de un container de 20 pies el Terminal del Puerto de Arica cobra 29 dólares y la ASPB recarga 119 dólares. Que el Canciller de Bolivia consulte con sus autoridades portuarias al respecto.
Más aún, Chile excede el cumplimiento del Tratado de 1904, al gozar Bolivia de la concesión para el oleoducto Sica Sica – Arica que ocupa dos terrenos: uno de 13 hectáreas y otro de 3,5 hectáreas en la ciudad de Arica.
Bolivia tiene pleno acceso al mar y eso es indiscutible.