POR: HERALDO MUÑOZ
La semana recién pasada la Presidenta Michelle Bachelet y quienes la acompañamos realizamos productivas visitas a El Salvador y México. En pocos días estaremos en Paraguay, y la semana siguiente encabezaré una delegación público-privada a Cuba. Ello evidencia la prioridad de la agenda latinoamericana del gobierno.
Chile ejerce un liderazgo mesurado que trasciende su peso demográfico o económico. Somos considerados un país serio, que propone ideas constructivas y ajustadas a lo que se requiere. Un ex Presidente brasileño solía decir que Chile es "una potencia conceptual".
Comprometidos fuertemente con la Alianza del Pacífico, donde hemos aportado nuevas ideas, propusimos un diálogo con el Mercosur, buscando la convergencia en la diversidad. Inicialmente, algunos juzgaron esta idea como poco realista. Sin embargo, tras las dos reuniones organizadas el año pasado, por iniciativa de Chile, hoy ese diálogo es aceptado en la región. Lo mencionó la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en una visita a México, y fue incluido en las declaraciones oficiales de las recientes cumbres de la Alianza del Pacífico y el Mercosur.
La libre circulación de personas, servicios, inversiones y bienes no puede limitarse a una sola vertiente continental; es una aspiración y un potencial beneficio para todos. Si Chile pretende ser un país puente en dirección a la Cuenca del Pacífico, hay que persistir en este enfoque.
América Latina importa, pues los bienes industriales exportados por Chile a la región llegaron a casi US$ 29 mil millones el año pasado, un 7% más que en 2013. El Mercosur es el cuarto socio comercial del país, concentra el 49% de las inversiones en el exterior y el 7,6% de las exportaciones, que se elevaron a alrededor de US$ 5.700 millones en 2014.
La presencia regional de nuestro país se ha incrementado desde que la Presidenta Bachelet decidió reforzar el acompañamiento chileno de las conversaciones de paz entre las Farc y el gobierno de Colombia. Nos enorgullece participar en la búsqueda de una región más pacífica y segura para todos, y hemos indicado nuestra plena disposición de apoyar a Colombia en la etapa post-conflicto, compartiendo nuestra experiencia en materia de justicia transicional.
El cambio climático preocupa a Chile y por ello hemos trabajado para contribuir al éxito de la cumbre de París que se efectuará en diciembre. Así, lideramos junto a Brasil, una instancia de encuentro regional para identificar consensos en la materia. Como resultado de ese proceso se aprobó una declaración pública que constituye el primer documento en que la región ha hablado con una sola voz en materia de cambio climático.
En suma, Chile está presente en los desafíos que enfrenta la región: la integración económica, la seguridad y la paz, el apoyo al diálogo en países hermanos como Venezuela, y el desarrollo sustentable. Podemos sumar a lo anterior el incremento de nuestros programas de cooperación Sur-Sur, especialmente con los países de Centroamérica y el Caribe. Somos parte de América Latina. Entender lo que ello implica y actuar en consonancia es clave para nuestro desarrollo futuro.
Fuente: La Tercera