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El Pulso, 23 de septiembre de 2013 
Entrevista con el Canciller Alfredo Moreno:
"Chile demostró que un gobierno de centroderecha puede tener relaciones de primer nivel con la región"
Ministro de RR.EE. analiza su gestión al mando de la diplomacia chilena desde Nueva York. Moreno sostiene que La Haya debe emitir un fallo basado en derecho internacional.
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Imagen foto_00000001Una entrevista de TOMÁS MARTÍNEZ

MAÑANA comienza la Asamblea General de la ONU y será la última vez que Alfredo Moreno asista como canciller. A seis meses de concluir su gestión al mando del Edificio Carrera, el ministro de RR.EE. evalúa su administración y aborda el próximo fallo de La Haya en el juicio con Perú.

Ya en la recta final del gobierno ¿cómo evalúa su gestión?

—Durante estos años del gobierno ha habido cosas que son relevantes.

En primer lugar, Chile ha demostrado que un gobierno de centroderecha puede tener relaciones internacionales de primer nivel con la región y con el mundo. Creamos lazos muy importantes con los distintos países de la región y en los temas globales Chile ha seguido por el camino que lleva desde ya hace muchas décadas de apertura hacia el mundo como son los tratados de libre comercio que se han firmado y sigue liderando en esa materia. Además hemos creado la Alianza del Pacífico, y fuimos los primeros presidentes del Celac logramos la aprobación unánime de Unasur en el Congreso, que estaba detenido desde hace 14 meses antes que asumiera el presidente Piñera. Yo estoy muy satisfecho con el trabajo que se ha realizado.

Después de dos décadas de gobiernos de la Concertación que una administración con otro sello ideológico haya llegado ¿hizo difícil retomar lazos y armar redes con otros países?

—La verdad es que más bien había algunos analistas que decían que las redes que tenía la izquierda en el mundo eran las que definían una buena posición de Chile, pero la verdad es que Chile es el que define la posición del país, son la capacidades de Chile las que lo han llevado al sitial que tiene hoy, y creo que ese sitial es igual o mejor de lo que había cuatro años atrás. Ahora continuamos por una senda que ha definido el país como un todo, no como la referencia de un cierto sector político y eso le ha dado a Chile una solidez internacional.

Salvo casos puntuales, no hubo mayores problemas con países que parecían una amenaza para una administración de centroderecha, como Cuba o Venezuela, ¿lo observa como una buena señal de esta gestión?

—Hubo un momento en que en nuestra región existió una división ideológica, que todavía persiste, porque hay distintos modelos. Hay países que llevan un camino muy diferente del que tiene Chile y eso había llevado en alguna circunstancia a que fuéramos países que nos dábamos la espalda y nosotros creemos que pensar diferente no significa que no podamos hacer cosas en común. Entre paréntesis debo recordar que la demanda en La Haya venía desde el 2008, así que nosotros simplemente hemos seguido con el proceso que existía.

A propósito del juicio en La Haya ya está por cerrarse un proceso de cinco años. ¿Cuál es su evaluación del caso? —Los dos países han tenido oportunidad de entregar sus argumentos a la Corte de forma escrita y oral y ahora corresponde a la Corte sopesar eso. Tenemos tratados desde hace más de 60 años con Perú, que establecieron un límite marítimo que ha estado en vigencia y ha sido respetado por los dos países y otros terceros. Ese es el argumento de Chile y esperamos que la Corte respalde ese argumento.

En los últimos meses ha existido mucha especulación sobre cuándo saldrá el fallo. ¿Cómo se puede garantizar tranquilidad?

—La fecha depende de la Corte, que no tiene plazo. Todo lo que uno escucha corresponde a elucubraciones de terceros. Nosotros tenemos que esperar con confianza dado los argumentos que señalé, pero no hay que hacerlo con triunfalismos sino saber que el fallo depende de la Corte.

¿A la luz de lo ocurrido en el caso Nicaragua-Colombia se rescata algo en particular para no repetir los errores tras ese fallo?

—Nosotros siempre estamos mirando todos los casos, no solamente Colombia-Nicaragua, sino todos los casos que suceden, también Nicaragua-Costa Rica y muchos otros anteriores, de manera tal de sacar todos los elementos que nos pudiesen resultar positivos para la presentación del caso en su momento.

¿Así como durante los alegatos orales hubo momentos de mayor tensión es de esperar que ello también ocurra después del fallo?

—Pienso que los alegatos se llevaron en muy buena forma y que fue muy distinto a lo que uno habría pensado y en los países hubo mucha calma y tranquilidad para escuchar los argumentos, así que espero que cuando se conozca el fallo, que naturalmente es un momento más complejo, continuemos exactamente igual y para eso hemos estado trabajando con la Cancillería peruana de manera tal de recibir el fallo en la mejor forma.

¿La implementación del fallo puede ser un proceso más complejo de lo que se cree, como ha sido en el caso de Nicaragua y Colombia?

—No me voy a referir a terceros países, pero esperamos trabajar en conjunto con Perú para hacer la aplicación del fallo que determine la Corte. Tanto Chile como Perú estamos en la mejor disposición para la aplicación del fallo.

¿Hay una línea muy delgada entre el significado de un triunfo y una derrota para cada país?

—Chile y Perú tienen sus posiciones y comparado con eso cada cual verá si la Corte le encontró o no razón respecto a sus posturas y es posible que le encuentre la razón a un país, que le encuentre la razón a otro o que tenga una posición diferente a la de cualquiera de los dos países.

¿Qué tan real es la posibilidad de un fallo salomónico?

—Esperamos que haya un fallo que esté basado en el derecho internacional, que en estas materias es muy claro y establece que cuando hay un tratado, éste es el que prevalece y nuestra posición es que Chile y Perú tienen un tratado.

¿La postulación de Chile al Consejo de Seguridad de la ONU será un tema central en esta gira?

—Sí, la elección es a mediados de octubre, por lo tanto, estamos bastante cerca y obviamente es un momento para poder aprovechar de hablar sobre todo con aquellos presidentes con los cuales uno no tiene mucha oportunidad de conversar en forma particular. Nos interesa que la gente de otras regiones conozca qué es lo que Chile pretende en el consejo y así tener un apoyo lo más amplio posible.

En una de las ocasiones en que Chile fue miembro del consejo fue cuando Lagos se opuso a la guerra en Irak. ¿Ahora qué posturas se impulsarán si nuestro país es electo?

—Chile tiene posturas muy claras en estas materias. Partiendo por lo que usted señala, creo que lo que el presidente Lagos hizo en esa oportunidad fue algo muy correcto y que estableció la posición chilena de que el uso de la fuerza debe ser con la aprobación del consejo de seguridad. En el caso de Siria y otros donde hay atentados contra los derechos humanos, uso de armas de destrucción masiva contra personas civiles inocentes sin duda que la comunidad internacional debe tener una reacción firme y concreta para detener ello, pero a través del consejo.